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Cómo escribir una novela

Si en algún momento has querido escribir una novela, esta guía te ayudará a empezar. En este artículo, veremos cómo encontrar la idea de tu historia y esbozarla, crear personajes y un escenario, escribir un conflicto que pueda resolverse mediante las acciones de tus personajes, y no un final de Deus ex Machina.

Primer paso: el resumen

  • Escribe la idea o el resumen de tu historia.
  • Presenta a los personajes y el escenario.
  • Resume el conflicto principal y luego indica cómo piensas resolverlo (esto se llama “declaración de resolución”).

Escribe la idea o el resumen de tu novela

Antes de empezar a escribir, es útil redactar un breve resumen de la idea de tu historia. Este resumen no debe durar más de un párrafo y debe incluir los personajes principales, el escenario y el conflicto. Para que tu novela sea lo mejor posible, es importante que pienses en cómo interactúan estos tres elementos en el libro.

Cuando escribas el resumen de tu novela, utiliza el tiempo presente; esto te ayudará a centrarte en lo que va a ocurrir en lugar de preguntarte si ya ha ocurrido o no (lo que puede resultar confuso). Ten en cuenta también que hay muchas formas diferentes de escribir una novela; si quieres un poco de inspiración antes de empezar la tuya -o si simplemente quieres algo rápido que tenga sentido, pero que no sea muy prolijo- prueba a mirar las siguientes páginas:

Presentar los personajes y el escenario de su novela

Tienes una gran idea para una historia y estás listo para escribirla. El primer paso es presentar a los personajes, el escenario y el conflicto de su novela.

Introducción: Antes de entrar en el meollo de la trama, es importante definir quiénes son tus personajes principales y qué hacen cuando no están en su vida normal.

Presenta a los personajes principales: no es necesario que entres en detalles sobre dónde viven o qué hacen, pero da a los lectores la información suficiente para que sepan quiénes son estas personas.

Relaciones y personalidades: Para dar vida a su historia, debe describir cómo se siente cada personaje con respecto a sí mismo (físicamente), a las demás personas que le rodean, a su trabajo, etc., para que los lectores puedan identificarse con ellos más fácilmente que si se tratara de simples descripciones unilaterales como “Tom es alto” o “Susan tiene el pelo oscuro”. Esto también mantendrá el interés de los personajes al interactuar entre ellos, en lugar de seguir siendo entidades genéricas sin rasgos de personalidad reales.

El conflicto principal de la novela

Es el momento de decirle al lector de qué trata su historia. Esto puede hacerse en un párrafo introductorio o al principio de cada capítulo. Lo importante es que el lector conozca el conflicto principal desde el principio.

He aquí un ejemplo: “A Frederica le encanta su trabajo como profesora y nunca ha tenido problemas hasta que llega un nuevo alumno que resulta ser difícil y perturbador.”

Esta frase nos dice todo lo que necesitamos saber para acercarnos a esta historia: habrá algún tipo de conflicto que comienza cuando “un nuevo estudiante” entra en la vida de Frederica (la protagonista). 

Cómo piensa resolver el conflicto

Esto puede hacerse de dos maneras: en primer lugar, revelando lo que ocurrirá al final de la historia (lo que se denomina “final”), y en segundo lugar, dejando entrever lo que podría ocurrir a continuación (lo que se denomina “giro”).

El final debe mostrar que todos los conflictos se han resuelto, o al menos se han cerrado lo suficiente como para que los lectores queden satisfechos con lo que ha sucedido en sus mentes al terminar tu novela. Si uno o varios personajes siguen luchando con un problema, no es un problema si ese problema no se resuelve hasta que llegue otro libro que lo aborde. Mientras no haya ambigüedad sobre si se han atado todos los hilos de la trama, o incluso se han terminado correctamente, ¡estará bien!

Paso 2: Haz un esquema de tu novela.

  • El esquema debe incluir todos los acontecimientos importantes de la historia:
  • El comienzo: el incidente desencadenante que pone en marcha todo lo demás.
  • El medio: la mayor parte de la acción y el desarrollo de los personajes (aquí es donde se encuentra el corazón de su historia).
  • El final: una conclusión satisfactoria para atar todos los cabos sueltos, grandes y pequeños.

Hacer un esquema de tu novela te ayudará a ver el panorama general, de modo que cuando empieces a escribirla puedas mantener el rumbo.

Esto es lo que recomendamos:

  • Escribe un resumen de cada capítulo. Esto es útil porque te da una idea de hacia dónde va tu historia y te ayudará a evitar agujeros argumentales más adelante.
  • Explica quiénes son los personajes principales y por qué son importantes.
  • Enumera los conflictos en orden (o al menos aproximadamente).
  • Describe cómo se resolverán (o no) estos conflictos.
  • Piense en los temas que podría abordar su libro (crecimiento/cambio, amistad, familia, supervivencia). ¿Qué mensaje quiere que los lectores se lleven de esta historia?

Tu plan también debe incluir todas las escenas principales de tu libro y cómo se conectan para crear un arco argumental (ver Parte 4). Un buen esquema no sólo es una herramienta que te ayuda a planificar tu historia, sino también a pensar en su calidad. Puede ser tan detallado o tan vago como se quiera, y mucha gente encuentra que ser demasiado detallado al principio les lleva a agujeros de conejo donde nunca se termina nada.

Cree una línea de tiempo para su novela

Una línea de tiempo es una forma estupenda de seguir la pista a tu historia, sobre todo si implica un gran número de personajes y acontecimientos. Puedes utilizar una hoja de cálculo, una tabla o un gráfico. Lo importante es incluir los principales acontecimientos en orden cronológico e indicar la fecha en que ocurrieron. Si la fecha no es obvia (como “antes de la guerra”), considera añadir referencias como “8 años antes de la guerra”. Además, no olvides incluir las fechas o periodos de tiempo significativos en los que se produjeron los acontecimientos, ya que esto podría ser útil para escribir flashbacks o flashforwards más adelante.

Paso 3: Lluvia de ideas

  • Anota tus ideas para las escenas y luego haz una lista de las escenas que quieres escribir.
  • A continuación, anota el lugar, la hora y los personajes que intervienen en cada escena. Escribe también la acción que tiene lugar en cada escena.

Haz una lista de ideas para las escenas de tu novela.

Debes anotar todas las ideas posibles antes de empezar a escribir. Aquí es donde la lluvia de ideas resulta útil. Pasarás mucho tiempo con estos personajes y es importante que todos tengan personalidades, conflictos y resoluciones interesantes.

Por ejemplo:

La primera escena involucra a dos hermanos que viven juntos en un edificio cerca de la playa. Uno de ellos tiene pesadillas con su ex novia, que rompió con él después de diez años juntos porque decía que no era lo suficientemente excitante y que siempre quería quedarse en casa en lugar de salir de fiesta toda la noche como hacía cuando eran novios. Piensa que si puede encontrar nuevas formas de hacerse más excitante, tal vez ella lo acepte de nuevo o al menos le dé otra oportunidad. Pero mientras tanto, su hermano piensa que esto es ridículo, porque ¿qué chica querría a alguien aburrido? Así que hay un conflicto entre ellos… ¿y una resolución? ¿Qué cree que debería ocurrir a continuación? 

Cuarto paso: el plan de redacción

Escribe algunas escenas a la vez. No intentes escribir toda tu novela de una sola vez; sólo te parecerá una tarea insuperable. En su lugar, reserve unos quince minutos cada día y utilice esos minutos para escribir una pequeña parte de su libro.

No te preocupes por la calidad de lo que escribes, ¡sigue adelante! Esta es la parte más difícil para muchos escritores, que quieren asegurarse de que sus frases son perfectas antes de seguir adelante. Pero recuerda: esto no es un curso de inglés, ¡es una práctica! Así que no te preocupes por si son las mejores frases jamás escritas en la historia de las frases; simplemente sigue escribiendo hasta que suene el temporizador (o hasta el tiempo que te hayas asignado).

Establecer objetivos de recuento de palabras para cada día

Una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta a la hora de escribir una novela es que hay que fijarse objetivos de recuento de palabras. Esto le ayudará a mantenerse en el camino y a no perder el impulso.

Un buen objetivo para la mayoría de los escritores son 1.000 palabras al día, pero si eres capaz de escribir más que eso, ¡mejor! No te preocupes por lo que puedan pensar los demás; ¡escribe todo lo que puedas cada día! Si no es posible alcanzar tu objetivo cada día, no te preocupes: ¡hazlo lo mejor que puedas! Lo importante es la constancia: intenta no retrasarte demasiado, de modo que te resulte difícil o imposible ponerte al día.

También es importante no culparse si (o cuando) la vida le impide alcanzar su recuento diario de palabras. La vida se compone de acontecimientos y a veces hay días en los que nada sale como está previsto. Lo único que podemos hacer es hacer las paces con lo que nos ocurre y volver a intentarlo al día siguiente.

Quinto paso: una entrada ardiente

Ahora que has decidido de qué trata tu historia y cómo va a terminar, es el momento de pensar por dónde vas a empezar. Sea cual sea el punto de partida de su novela, asegúrese de que atrae al lector y mantiene su atención. Puede que se mueran por saber qué pasa a continuación, o que estén ansiosos por saber quién vive en la noche. En cualquier caso, intenta no desvelar demasiado al principio, ¡deja algo de misterio!

Una vez que tengas un buen principio y un medio emocionante, ¡no olvides el final! Es importante que todo esté atado en esta etapa. Asegúrese de que no hay cabos sueltos al final de su libro.

Decide dónde empezar y terminar tu historia

Tienes una historia en mente, ahora es el momento de escribirla. ¿Pero por dónde se empieza? ¿Y dónde termina?

El principio de una novela debería ser fácil de encontrar: ahí es donde se desarrolla toda la acción. El final puede parecer más difícil de precisar, pero no lo es: el final de una historia es como el clímax de una película, o como la mejor canción de un disco (o, si eres de la vieja escuela y aún compras vinilos como yo, como la cara A). Sirve tanto de clímax como de conclusión de todo lo anterior. Un final eficaz sorprenderá a los lectores en algunos aspectos, pero también los dejará satisfechos con la forma en que todo se resolvió.

Por supuesto, hay excepciones a esta regla; algunas historias no tienen una conclusión definitiva (de hecho, muchas no la tienen). Pero incluso estas obras necesitan finales contundentes: puede que no sean sorprendentes o satisfactorios en sí mismos, pero al menos deben ser justos a la vista de lo que ha sucedido antes, de lo contrario los lectores se sentirán engañados por lo que acaban de leer.

Paso 7: ¡Comienza a escribir! 

No te limites a editar sobre la marcha, ¡escribe! Siempre se puede volver a ello más tarde y corregirlo todo. Esto le ayudará a avanzar hacia su objetivo de terminar la historia. Cuanto más lo hagas, más probable será que lo termines.

Antes de empezar a escribir, es una buena idea tomarse un tiempo para trazar su historia. Piensa en todos los puntos de la trama y en cómo encajarán. Si no quieres hacerlo por adelantado, no te preocupes. Siempre se puede volver atrás y arreglar las cosas más tarde. Pero si eres como yo y tiendes a perderte en los detalles antes de empezar el primer borrador, tener un plan te ayudará a avanzar hacia tu objetivo de terminar esa novela.

Ahora que nos hemos dicho todas estas cosas alentadoras que nos ayudan a superar nuestros miedos y a empezar a escribir, es el momento del séptimo paso: ¡empieza a escribir! No edites tus textos sobre la marcha, ¡sólo escribe! Esto ayudará a que avances hacia tu objetivo de terminar la historia centrándote en la escritura de las palabras en lugar de preocuparte por los errores, la gramática o la ortografía (aunque las tres cosas son importantes). Volveremos más tarde y lo corregiremos todo. 

En conclusión

Espero que este artículo te haya ayudado a entender cómo se escribe una novela. El proceso puede ser desalentador, pero si sigues estos pasos y utilizas nuestros consejos anteriores, estarás en camino de completar tu primer manuscrito en poco tiempo.

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